Soy esa típica chica que siempre está confusa, pero que en
el fondo sabe perfectamente lo que quiere. Soy de las que se
comen la cabeza, inunda su almohada y por la mañana su sonrisa
es pura fachada. Odio la monotonía en todos los aspectos de mi vida, es como vivir lo mismo cada día mientras que me mata agonía. Me encanta ver pasar cualquier
tren, leer, robar besos y ver amanecer también. Invencible por fuera, pero
completamente destructible por dentro. Poseo un exceso de sensibilidad y lo
odio, más que nada, porque vivo en un siglo donde jamás se valorará. Siento más
que los demás, quiero más y por lo tanto…sufro más. Poco a poco, con el tiempo,
he ido curando todas mis heridas y levantado mis ruinas. Poco a poco, con el
paso de los años, me he ido dado cuenta de la gente que merece estar a mi lado.
Ñoña y niña estando enamorada. Suplicante a mi almohada cada mañana. Soñadora
de noche y de día. Voy del cielo, al suelo y así sucesivamente cada día. Como una
montaña rusa de emociones, guardando cada vez más y más moratones. Pero sobretodo, saliendo
viva de los golpes que me da la vida. Siendo sincera, he de admitir también, mi sobradez de orgullo en el momento
menos oportuno. Si, lo sé… Soy de las que se ríen por nada y lloran por todo. Soy
de las que nunca dejan de soñar, aunque alguna vez me sobren motivos para no
querer despertar jamás. Y seguiré siempre así, siendo yo misma y sonriendo a
mis miedos, porque si no… no existe otra salida para poder vivir tranquila.
No pretendo ser una mera
copia de alguien.
No soy perfecta. Ni quiero serlo.
Pero en realidad, lo más importante de todo, a pesar de mis defectos y virtudes es que…
...soy yo y eso…
sinceramente, me encanta.
Sandra
Sandra