Querido mortal, sígueme...

31 de diciembre de 2011

Todas somos una princesa

Jamás me he quedado dormida por comer una manzana envenenada, o por simplemente pincharme con una rueca, nunca he sido sirena y me he convertido en humana, tampoco a las doce de la noche he perdido un zapato en unas inmensas escaleras, jamás he tenido un pelo de cuatro metros. Pero que no haya sido nada de eso, no significa que no sea una princesa del siglo XXI, una princesa, que no va vestida con preciosos y pomposos vestidos, que no tiene sirvientas que la peinen y maquillen, o que no tenga un príncipe.
Simplemente, lo que quiero decir, es que todas por dentro somos princesas, haya o no llegado nuestro príncipe azul. Pero si llega, el tiempo pasará y probablemente todo se esfumará, siempre sucede lo mismo. Lo importante es aprovechar cada instante y el tiempo que es oro.


"Soy princesa y no es cuento"
                                                          Sandra

29 de diciembre de 2011

Secretos inconfesables


La vida está llena de secretos, un secreto se formula en nuestro corazón y termina formándose en nuestra cabeza, un secreto es algo que nos vuelve histéricos cuando no hablamos sobre ello, pero claro, ¿que hacer?¿contarlo? Dejaría de ser un secreto entonces y no sería lo mismo, pero ¿como nos desahogamos? Mis secretos suelen ser inconfesables, pero a veces les convierto en confesables, relatándoselo a alguien en quien confió o aprecio, entonces el secreto se convierte en confesión, eso es lo que menos importa, lo importante es que la persona que sabe tu secreto, lo cuide, guarde y proteja.
Sellando los labios al mundo entero sobre tu secreto.
Simplemente, para mí un secreto es como una llave, la llave es el secreto y el cerrojo o candado es nuestro corazón, el es el que elige que llave quiere que le abra.
                                                          Sandra

26 de diciembre de 2011

Cerrar los ojos y dejar de existir


Si fuera tan fácil y tan simple como cerrar los ojos y dejar de existir, desaparecer de este mundo, cuando las cosas se tuercen, cuando se vuelven negras e imposibles para nosotros, pero si hiciésemos eso, sería una forma muy fácil de caer muy bajo. Por lo que desistir a la primera, sería un grave error. Dejar de existir, de ver a tus seres queridos y a tus enemigos, por ser tan egoísta y quitarte los problemas de esa forma, es cruel y desesperanzador. Por eso cuando tengo una tormenta sobre mi cabeza corro sin mirar atrás, riéndome de la lluvia que cae sobre mi cabeza y que encrespa mi pelo, hasta que llegó a un refugio y espero, a que la tormenta se aleje lentamente y a que poco a poco aparezca un grandioso sol con sus luminosos rayos. Haz lo mismo no tires la toalla y espera al sol para secarte en sus rayos.

25 de diciembre de 2011

Lagrimas que queman


Pocas veces me verás llorar, porque cuando lloro me siento débil e indefensa, me siento otra persona que esta totalmente desprotegida del mundo, cada lágrima que derramo me quema en mis mejillas, porque pienso que no te mereces que llore por ti, que pase mis noches en vela, que sueñe mil y una vez contigo y que no me canse de seguir soñando. No te mereces ni una lágrima, ni un simple guiño, ni una dulce palabra y menos una tierna sonrisa, porque eres tan egocéntrico y necio que no aprecias ni ves lo que siento, mis ojos de cordero degollado, mi sonrisa de tonta cuando te veo pasar, mis reacciones extrañas cuando me tocas. Daría todo lo que tengo por que me correspondieras de la misma forma, pero sin embargo cuando derramo cada lágrima por ti siento que me alejo cada vez más y más de quien en realidad me da la vida y eso me duele tanto que por ello a veces en vez de llorar, me rió del mundo, simplemente para no acordarme de ti, porque cada lagrima que pasa por mi mejilla me quema y te vuelvo a imaginar otra vez.
                                                          Sandra

21 de diciembre de 2011

Miradas que lo dicen todo...

En este minúsculo o inmenso mundo, hay millones de miradas que lo dicen todo sin usar ninguna palabra. Solo un buen espectador, puede entender cada mirada, hay miradas risueñas; repletas de anhelos y sueños que desean salir a la luz y cumplirse, las miradas dulces; llenas de atención y buena fe, las miradas de tristeza; las cuales son fáciles de advertir, pues suelen ir acompañadas de lágrimas y ojos angustiados, las evidentes miradas de amor; encerradas en el enamorado o enamorada, que no puede evitar la pasión que siente hacia esa persona, que le provoca tener millones de mariposas en la tripa y la cabeza en cualquier lugar del mundo, pero también hay miradas de celos; llenas de envidia y de sospecha, las miradas seguidas de ojeras; que muestran una mala noche, miradas llenas de falsedad; caracterizadas de solo tres miserables fines, engañar, aprovecharse y hacer daño, miradas repletas de felicidad; seguidas con una desmesurada sonrisa, miradas de curiosidad; conducidas a aprender y observar cosas nuevas, miradas perdidas; son las miradas que no miran, porque nada les interesa, miradas cómplices; son las miradas que lo dicen todo, que conectan dos pensamientos al unísono, las miradas inocentes; aquellas que solo las pueden desprender un niño o un animal, no poseen maldad alguna, ni dobles intenciones, miradas de perdón; donde la rectificación y las disculpas son perfectamente visibles, miradas irónicas, llenas de diversión e incredulidad, miradas amistosas; donde son perceptibles la confianza y la amistad.
En fin una mirada es bella se mire como se mire, es un rasgo que caracteriza a cada persona y que nos muestra lo que pensamos o todo lo que nos atormenta, en ese momento. Así que una mirada, es algo que no se puede evitar, que simplemente nos delata.
                                                          Sandra

20 de diciembre de 2011

¿Algún problema por ser yo misma?


La mayoría de las personas que conozco, dirán que me conocen, pero en realidad se equivocan y son necias por creerlo así, ni yo misma se en realidad como soy. Se que tengo mis defectos; sensible cuando me atacan, insensata porque no me pienso las cosas dos veces, me guío de mi intuición, testaruda, porque hay veces en las que tengo que tengo la razón, si por que sí, también soy demasiado confiada con la gente y cuando consigo quitarme la venda de los ojos, me decepciona, haber confiado en alguien hipócrita o traidor, algunas veces miento, pero no para hacer daño a la gente, sino para usarlo como escudo para protegerme…Pero también tengo muchas virtudes, soy una persona sencilla, porque soy feliz con cualquier cosa, tierna cuando tengo que dar besos y abrazos los doy de corazón, inquieta no paro, siempre estoy haciendo algo nuevo, valiente, porque lucho con quien sea. Soy alegre, simpática y casi siempre estoy feliz, menos esos pocos días de mala leche, pesimismo y tristeza, inundan mi cabeza, aborrezco esos días, hasta a mí misma, suelo ser cómica, porque saco el lado gracioso de la vida, también de las desgracias o penas de los que quiero, para alegrarlos. Y sobretodo soy alguien imprevisible de la cual nunca te podrás imaginar, lo que estoy pensando en ese momento, bueno he de ser sincera, a veces, pero solo a veces, soy muy predecible.
En fin no cambiaría nada de mis defectos o virtudes, porque si no, no sería yo, sería un perfecto prototipo y en este mundo la perfección no existe.
                                                          Sandra

19 de diciembre de 2011

El príncipe azul


Todas las chicas, soñamos que nuestro príncipe azul vendrá a salvarnos en un blanco corcel, que seremos felices con él y que viviremos en nuestro mundo de amor y fantasía. ¿Pero cuando llegará ese príncipe? ¿Por que se habrá fijado en mí?....Y miles de preguntas más nos haremos, pero no nos pararemos nunca ha pensar que, tal vez ese príncipe no quiera nada más que besos llenos de ternura y de pasión, noches de infarto y paseos por la noche, en fin, que el príncipe no quiera nada serio. No nos lo hemos planteado porque, simplemente no nos beneficia pensarlo. Ya que lo que deseamos es que sea un joven, apuesto, inteligente y valiente, para defendernos. Pero de todas formas, llegue cuando llegue, sea como sea, nuestro príncipe vendrá algún día y nos salvará, el final se sabrá cuando ambos lo decidamos, con el paso del tiempo, de los días o puede que de los años…O simplemente para siempre, porque aunque el no sea mi príncipe perfecto, puede que yo tampoco su princesa perfecta.
                                                          Sandra

El tren de la vida


El tren de la vida, no es nada más que un simple viaje en tren, el tren de algunos es rápido y desgraciadamente termina en un instante, el de otros por suerte, es más largo, tienen sus paradas, sus embarques y desembarques, el viaje suele estar salpicado de sorpresas o de accidentes, en algunos casos de tristezas y en otros de celebración.
Cada uno tenemos nuestro propio tren interior, que solemos compartir con quién más queremos o con los pasajeros que hemos conocido durante el viaje. Otros no, con lo cuál su tren será un simple paseo y muchas veces rutinario, aburrido, triste y solitario. Todos los que suben en este tren, saben que algún día tendrán que bajar, para empezar una nueva vida, llena de sueños, de esperanza, de fantasías….por eso lo que más cuesta no es subir al tren, si no bajar, dejar a todos pasajeros, que te han acompañado en los buenos y en los malos momentos, instantes fantásticos e inolvidables, pero por ello les debemos despedirnos de ellos de la mejor forma, con una dulce sonrisa y con los ojos inundados de lágrimas, porque aunque no les volvamos a ver a menudo, siempre habrá una estación donde podremos volver a verlos.
                                                          Sandra

16 de diciembre de 2011

A tu salud falsedad

Brindemos por esas personas que no tienen prejuicios,a las que se las suele llamar mas falsas que judas, en realidad son víboras dispuestas a cazar a su presa poco a poco, aprovechándose de ella a su beneficio, pero el problema no es ese, sino cuando esa presa no es útil para la víbora que se deshace de su juguete de la manera más fácil, sin importarle la insignificante presa.
Nunca se te pasaría por la cabeza, que esa persona te daría esa puñalada por la espalda y entonces es cuando piensas en el mundo en el que vivimos, donde apenas la verdad se valora y donde se abusa de la amistad, te cuestionas la existencia de; la justicia, la honestidad y la pureza.
Pero piensas, que el tiempo pone a cada uno en su sitio y que todas esas fechorías y maldades, llegarán a su fin y serán pagadas con la misma moneda, que ella misma a devuelto.
Ahora sí, brindemos por la desconfianza que te acompañará el resto de los años, brindemos por el sentimiento de culpa que te acompañará hasta la muerte y como no brindemos por la eterna soledad a la que tu misma te has ido dejando arrastrar. Pues nadie queda impune y todos pagamos por lo que hemos hecho.
                                                          Sandra

15 de diciembre de 2011

¿Dioses y diosas en un mundo de simples mortales?

Este dichoso lugar en el que vivimos, donde nada se puede esperar, donde nada se puede preparar, donde la nada es cínica y traicionera. Mundo de crueldad, de injusticias, golpes de suerte, de amores, de desamores, de victorias y alegrías, de amigos que se visten de sinceridad y que te terminan traicionando, mundo de diversas opiniones y religiones, donde lo que pensábamos cambia de forma en cada instante.
Mundo de presente, pasado y futuro, donde la manzana comienza sana y frágil, madura tras los pasos de los años y termina pudriéndose, en algún impreciso lugar.
Risas que terminan en llanto, besos que muestran ternura y celos, cuerdos que juran estar en la plena locura, incrédulos que no creen ni en sí mismos, este es el mundo en el que vivimos, donde todo cuenta, los pasos del día a día, las piedras con las que tropezamos continuamente, pero de las que finalmente, algunos conseguimos levantarnos con fuerza, pero en las que otros jamás se volverán a levantar. En un instante, pertenecemos a un mundo u otro, un último latido, un simple aliento, provocan que desaparezcamos del mundo y de que los que se quedan nos busquen en su más profundo interior. Una mirada sincera que nos abre fácilmente mil puertas y otra que se interpone en nuestro camino. El bien o el mal, lo justo o lo injusto, la verdad o la mentira, el amor o el odio, la perdición o la moderación, todos ellos salen de nosotros, rápidos, fugaces, desaparecen al instante o pueden perdurar toda la vida.



En mi mundo hay batallas difíciles en las que todo se pierde, pero de las que se aprende, vivo entre el bien y el mal, porque cometo errores, cosas que me prometo y que nunca cumplo, pero también, doy cariño sin préstamo alguno, ayuda en el momento oportuno y vida al que la necesite. No se quien soy, pero se que estoy por algo en este indeciso mundo. Me defiendo con palabras, en vez de con una espada, aunque a veces llore por las críticas de mi forma de luchar, actúo rápido sin pensármelo dos veces, jamás dudo tengo el paso firme y no retrocedo, recordando momentos que me dan apoyo y fuerzas para seguir luchando en la batalla, por volver a ver a las personas a las que quiero.

Morir... no existe en mí, sino, nacer cada día. 
Los simples mortales,en realidad, somos los dioses y diosas que vivimos 
en un mundo sin terminar donde la pieza final, la ponemos nosotros mismos.

                                                  Sandra